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Eslingas, todo un mundo por descubrir

Este artículo debe ser leído con la suficiente precaución, ya que debido a nuestro trabajo diario asistimos a graves consecuencias fruto del uso indebido de las eslingas. El acceso a este tipo de material que hasta no hace muchos años no sabíamos ni dónde las vendían, ha abierto todo un mundo a posibles accidentes fruto de una manipulación deficiente ya sea por desconocimiento o simplemente por falta de destreza.

Lo primero que debemos saber es que no todas las eslingas sirven para todo, ni todas son capaces de arrastrar, elevar o desplazar una carga.

Si partimos de la base de que no todo el mundo conoce ni tan siquiera las reglas básicas de interpretación de las mismas, poco podemos esperar en cuanto a su correcta utilización.

Las eslingas utilizan los colores como código de capacidad de carga. Estos son violeta, verde, amarillo, gris, rojo, marrón, azul y naranja. Este orden indica de manera creciente la capacidad de las eslingas.

Violeta: Carga máxima de utilización suspendida en vertical hasta 1.000 kg.

Verde: Carga máxima de utilización suspendida en vertical hasta 2.000 kg.

Amarillo: Carga máxima de utilización suspendida en vertical hasta 3.000 kg.

Gris: Carga máxima de utilización suspendida en vertical hasta 4.000 kg.

Rojo: Carga máxima de utilización suspendida en vertical hasta 5.000 kg.

Marrón: Carga máxima de utilización suspendida en vertical hasta 6.000 kg.

Azul: Carga máxima de utilización suspendida en vertical hasta 8.000 kg.

Naranja: Carga máxima de utilización suspendida en vertical hasta 10.000kg.

Solo a modo de ejemplo de las más usuales.

Siempre interviene el factor humano en accidentes ocasionados por eslingas, por eso es conveniente tener en cuenta estos puntos:

  1. No utilizar eslingas en mal estado o deterioradas.
  2. Calcular de manera correcta la resistencia de la eslinga para la carga a elevar.
  3. Utilizar eslingas de anchura suficiente para la carga a prender.
  4. No utilizar accesorios de eslingado (ganchos, grilletes, por ejemplo) inadecuados.
  5. Vigilar con especial atención el procedimiento de elevación y descenso de la carga, teniendo en cuenta los obstáculos circundantes.
  6. No situar la eslinga sobre cantos vivos de la carga, colocar los cantos protectores anticorte.
  7. Y especial atención ante la carga de productos químicos y/o inflamables sin las medidas de contra-actuación previstas.

Ahora sabemos un poquito más sobre estas grandes ahorradoras de fatiga. Respetémoslas y ellas nos serán de gran utilidad.

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